sábado, 18 de octubre de 2014

EL LENTO CRECIMIENTO MUNDIAL Y EL RIESGO DE DEFLACIÓN HACEN SALTAR LAS ALARMAS


Detrás de la oleada de turbulencias en los mercados financieros de los últimos días, se esconde la preocupación de un problema que los políticos creían ya vencido: el espectro de la deflación.

La caída general de los precios al consumidor generó gran  preocupación tras la crisis financiera de 2008, ya que convocó a los recuerdos de profundas  y persistentes recesiones como la Gran Depresión y las dos décadas de crecimiento perdido en Japón. Desde entonces, los bancos centrales de todo el  mundo han utilizado distintas políticas monetarias para poner dinero fácil en las economías con el fin de combatir  sus efectos. 

Aparecen ahora  nuevas señales de un  lento crecimiento económico mundial: caen los  precios de las materias primas, ceden los mercados de valores y disminuyen  los rendimientos de los bonos, sugiriendo que el riesgo de deflación no ha desaparecido, sobre todo a los ojos de los inversores. Estas amenazas emergentes aparecen  cuando  la Reserva Federal de Estados Unidos lleva camino de  poner fin este mes a su programa de compra de bonos,  que ha sido una de las herramientas principales en su lucha contra la caída de los precios.
La preocupación por  la deflación es particularmente pronunciada en Europa y Japón, dos economías en las que sus políticos tratan de encontrar  soluciones y contrarrestar el lento crecimiento económico de sus economías.

La  reciente disminución de los precios de las materias primas sugiere que la presión a la baja sobre la inflación, si bien no afecta a todas, podría convertirse en un fenómeno de mayor alcance.

Las preocupaciones de los inversores sobre la economía global parece que cobraron  fuerza el miércoles pasado, cuando las bolsas europeas cayeron fuertemente,  el índice Stoxx Europe 600 cayó un 3,2% a su nivel más bajo desde el pasado mes de diciembre. El Ibex 35 se situó ayer 9.700 puntos y en lo que va de Octubre ha perdido el 10,7& .Las acciones estadounidenses recortaban las fuertes pérdidas, pero aún así terminaron bajando  por quinto día consecutivo; después de caer más de 450 puntos en un momento dado, el Dow Jones Industrial Average cayó 173,45 puntos, el 1,1%, hasta  16.141,74.

Mientras tanto, los rendimientos de los bonos  a 10 años del Tesoro estadounidense cayeron al 2,091%, su nivel más bajo desde junio de 2013, y han bajado casi un punto porcentual desde el inicio del año. Los rendimientos de los bonos cayeron a nuevos mínimos en Alemania, también. Los precios del crudo cayeron aún más; Los futuros de crudo en la Bolsa Mercantil de Nueva York cayeron a 81,78 dólares el barril, su nivel más bajo desde junio de 2012.

Las preocupaciones de deflación son particularmente agudos en Europa, donde la inflación anual en las 18 naciones de la zona euro  fue del 0,3% el mes pasado, un mínimo de cinco años que está muy por debajo del objetivo de poco menos del 2% del Banco Central Europeo.

El riesgo de deflación en Europa es "una preocupación real", según el profesor de la Universidad de Harvard y ex gobernador de la Reserva Federal Jeremy Stein, quien  dijo en una entrevista. "La receta adecuada consiste en  ser agresivos."

El presidente del BCE, Mario Draghi, actuó contra los riesgos de deflación en junio y septiembre, y el BCE  recortó los tipos de interés a mínimos históricos, incluyendo un tipo  negativo para los depósitos que los bancos tienen en la entidad,  con nuevos planes de préstamos y compra de activos. 

Sin embargo  hay poco consenso en la zona euro en lo referente a las medidas de estímulo monetario, es decir, sobre las compras masivas de bonos de los gobiernos,  que la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra y el Banco de Japón han desplegado.

El presidente del banco central alemán, Jens Weidmann, ha señalado su oposición a tal compra de bonos, y otros miembros del consejo de gobierno del BCE parecen simpatizar con su argumento de que con unos intereses tan bajos para los bonos de los gobiernos y para los corporativos, la medida no puede hacer mucho más. 

Las economías en dificultades, como Francia e Italia,  se enfrentan a una decisión difícil: Adoptar medidas adicionales de austeridad para reducir el tamaño de sus déficits presupuestarios infligiendo más dolor a sus economías, o intentar hacer  eludir  las normas presupuestarias de la UE que piden un bajo déficit, lo que podría dañar su credibilidad en Europa.

La mayoría de las personas reconocen ahora que la capacidad de los bancos centrales para hacer frente a los males que aquejan a la economía global es más débil de lo que creían.


________________________________________________________

No hay comentarios:

Publicar un comentario