martes, 21 de octubre de 2014

EL INMOBILIARIO ANTE LA POSIBILIDAD DE UNA CATALUÑA INDEPENDIENTE



Las amenazas de independencia de Cataluña pueden afectar directamente al mercado inmobiliario, aunque, por ahora, los principales inversores dicen no contemplan ese escenario.

En principio, según fuentes de los sectores bancario e inmobiliario,  la incertidumbre que genera el proceso catalán podría ocasionar un parón en la actividad del sector y un descenso de precios.

El mayor impacto se produciría durante los primeros años de una hipotética independencia, ya que apuestan por una recuperación a medio plazo.

Si se produce un  estancamiento del mercado inmobiliario, las entidades bancarias que intentan vender su stock de vivienda deberían bajar más sus precios para dar salida a estos activos y poder cumplir sus objetivos anuales, lo que tendría un efecto contaminante en el resto del mercado.

Las hipotecas son otro de los puntos a tener en cuenta en el caso de una posible independencia de Cataluña. A partir de la hipótesis de una nueva divisa, tal y como contempla el actual presidente de la Generalitat, Artur Mas, que previsiblemente no llegaría a un acuerdo con Bruselas, los actuales créditos podrían verse afectados al haber sido contratados en euros y a tipo de interés variable, y habría que ver en cada caso si en las condiciones del contrato se menciona la posibilidad de un cambio de divisa. Además, las hipotecas quedarían también a merced de las fluctuaciones monetarias a las que podría estar sujeta esta nueva divisa, puesto que los prestatarios tendrían que comprar euros para hacer frente  a sus cuotas.

Además, al estar fuera de la zona euro, el indicador de referencia ya no sería el euribor. No obstante, en este sentido los expertos bancarios aseguran que es probable que las hipotecas firmadas con anterioridad al cambio político, especialmente las de bancos con sede fuera de Cataluña, quedaran sujetas a este indicador.

La hoja de ruta de Mas contempla la creación de una banco central catalán que asumiría la política monetaria.

Otro asunto delicado sería el pago de las rentas de alquiler contratadas en euros, si la nueva moneda quedara  fuera de la moneda única, a los propietarios e inquilinos  se  les abre un periodo de incertidumbre provocado por las mencionadas fluctuaciones que experimente la nueva moneda.

En  lo referente al inmobiliario comercial,  aquellas empresas localizadas en Catalunya en cuya localización haya tenido peso el factor de ubicarse en la Unión Europea, parece lógico  que se relocalicen en otros lugares de España o de otros países.■

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