Hay una pregunta que está en muchas mentes: ¿cómo afectará el coronavirus en el inmobiliario? Los sectores de hostelería, apartamentos turísticos, comercio minorista e industrial son los tipos de propiedad que podrían verse afectados al menos a corto plazo por las consecuencias del brote de coronavirus (COVID-19). El impacto a largo plazo depende de cuando se consiga controlar el virus.
Si el brote de coronavirus se consigue para el próximo mes de mazo los impactos en los sectores inmobiliarios comerciales serán notables a corto plazo, pero serán menos sustanciales durante el año. La caída de las bolsas mundiales están indicando el efecto futuro del coronavirus en la economía global.
Desde que se notificó por primera vez el brote de COVID-19 en diciembre del año pasado, se han ido confirmando los casos de infectados y muertes, principalmente en China, así como su expansión por distintos países, que varían cada día. Si bien los expertos en salud mundial habían pronosticado que el virus alcanzaría su punto máximo en Wuhan, China, a mediados o finales de febrero, ahora se espera que no llegue a su punto máximo hasta marzo.
Los hoteles y algunos centros comerciales europeos visitados frecuentemente por turistas chinos, podrían ver al menos una reducción modesta en la demanda.
Sin embargo, esos impactos a corto plazo podrían convertirse en un problema, si el miedo a la infección causa una reducción en los viajes de negocios y de ocio. Los ingresos de los hoteles podrían ver una interrupción significativa si las grandes reuniones y convenciones se posponen o cancelan. Si los viajes se limitan a largo plazo, podría afectar la demanda de hoteles en 2021.
Al tratar de determinar cómo impactará el coronavirus en el sector inmobiliario comercial, a la vista de la epidemia de SARS en 2003, cuando cerca de 8.100 personas se infectaron y 774 murieron en un período de siete meses. Durante el brote de SARS, disminuyó el turismo y en algunos destinos tardó en recuperarse dos años después.
Otra diferencia clave cuando se observan los posibles impactos económicos del COVID-19 y el SARS es que China representaba solo el 4 por ciento del PIB mundial durante el brote de SARS en comparación con el 16 por ciento actual. Pero China representa el 20 por ciento de la producción mundial de fabricación y es una parte crucial de la cadena de suministro mundial. Eventualmente, eso podría afectar las cadenas de suministro. Si las importaciones de los países europeos disminuyen debido al cierre del sistema de fabricación chino por un período más largo. Las industrias de alto valor como los automóviles y la electrónica podrían ver problemas más amplios si el virus continúa propagándose.
Equipo redacción REAL ESTATE PRESS
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