CARMEN LÓPEZ GIL
"CERÁMICA"
C/ Guindal nº 5
28270-COLMENAREJO(MADRID)
La pasión de Carmen por la cerámica surge a mitad de los ochenta. Siempre habia sido una mujer habilidosa y muy creativa pero no es hasta ese momento, cuando decide asistir a unas clases de iniciación a la cerámica y así dar rienda suelta a sus habilidades artísticas.
Ese mismo año se traslada junto a su familia a Asturias y decidida a continuar con la cerámica, algo que le entusiasmó desde el principio, se inscribe en la Escuela Museo de Cerámica de Avilés(Asturias). Durante dos años no para de empaparse de todo lo que puede aprender de sus maestros y rápidamente empieza a crear sus primeras obras.
Estaba tan decidida a hacer de la cerámica su oficio, que no dudó en poner su propio taller en Salinas y así poder practicar por las mañanas lo que le enseñaban por las tardes en la escuela. No quería perder ni un minuto.
En 1989 abre su taller al público y enseguida empezó a tener sus primeros clientes porque su trabajo encantó a mucha gente y pronto alcanzó una gran popularidad.
Los años van pasando y su trabajo adquiere unos matices muy caracteristicos. Se inspira en la naturaleza y le encantan los colores tierra y las formas contundentes. Trabaja mucho haciendo piezas únicas de gran tañano y sus técnicas son diversas, depende de lo que requiera el objeto a realizar.
Trabaja con gres y barro refractario y salvo excepciones no suele esmaltar sus creaciones. Tras meter las piezas con los engobes en el horno, y dejarlas cocer a 1.260 grados, los decora con elementos naturales, siempre que el diseño que habia pensado lo requiera.
También dedica parte de su producción a la elaboración de pìezas de uso decorativo y doméstico, como riginales lámparras, curiosos relojes, elegantes candelabros y otras muchas cosas, que esta artesana hace con gran cariño.
Sus impresiones personales:
Mi infancia también son recuerdos de un patio de Sevilla pero sin huerto ni limonero. Aquel patio me vió crecer durante mis primeros catorce años. Cobalto, albero, espliego, “Arbogordo”... de esto y mucho más me impregno.
A mediados de los 70 nos trasladamos a Madrid. Se produce entonces un primer acercamiento a la cerámica asistiendo primero a cursos de formación y practicando enseguida en los talleres de otros ceramistas. De esta época data mi primera exposición colectiva en la sala-librería Antonio Machado de Madrid en el año 1979.
Si de Sevilla me traslado a Madrid, de Madrid a Asturias, verdadero punto de referencia de mi actividad profesional. Colores, aromas y texturas nuevos para mí, distintos a los del sur, pero igualmente enriquecedores, de los que he disfrutado durante quince años.
En este tiempo amplío y consolido mi formación e instalo el primer taller a mediados de los ochenta. De él fueron saliendo piezas que, como proyectos específicos o diseños únicos, para diferentes ferias y exposiciones me van dando a conocer dentro y fuera de España.
Desde un principio compagino la labor creativa con la enseñanza en el propio taller y también colaborando con otras instituciones, lo que me permite crecer en mi propio aprendizaje.
En el año 2001, vuelta a Madrid, esta vez a Colmenarejo, un pequeño pueblo de la sierra donde, cargada de equipaje, continúo trabajando.
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